- 24 septiembre, 2024
- Posted by: Interoleo Picual
- Categoría: aceite de oliva, actualidad, Noticias Interóleo
El grupo operativo en el que trabajan CITOLIVA, Interóleo Picual Jaén S.A. y Sovena España SAU generará importantes avances en la reducción de la contaminación por aceites minerales en todo el proceso productivo, mejorando la calidad del producto y promoviendo un impacto ambiental positivo.
La olivicultura tradicional, clave para la economía rural de España, se enfrenta un reto creciente: la contaminación por aceites minerales, concretamente hidrocarburos saturados (MOSH) y los hidrocarburos aromáticos (MOAH). Para hacer frente a este desafío, Grupo Interóleo coordina u el Grupo Operativo Mosolive 10×10 junto a Citoliva y Sovena España SAU, para implementar innovaciones tecnológicas que garanticen la calidad y seguridad del aceite de oliva producido de manera tradicional.
Ante el impacto que tiene la producción de aceite de oliva en la economía española, especialmente en las zonas rurales, es fundamental desarrollar estrategias que respondan a los retos actuales, como la baja rentabilidad, el envejecimiento de los productores y los elevados costes de producción. A estos se suma la creciente preocupación por la contaminación por MOSH y MOAH, que puede introducirse en el proceso productivo a través de productos químicos agrícolas, lubricantes de maquinaria y materiales de envasado, afectando salud de los consumidores y dañando la reputación del producto en mercados cada vez más exigentes.
En este sentido, la responsable del Departamento de Asesoramiento al socio de Grupo Interóleo y coordinadora técnica del grupo operativo, Mariela Valdivida, subraya la importancia del proyecto: “Con Mosolive 10×10 buscamos desarrollar innovaciones tecnológicas que reduzcan al mínimo la contaminación por aceites minerales en todo el proceso productivo. Nuestro objetivo es ofrecer aceites de alta calidad y seguridad alimentaria, mientras damos un paso decisivo hacia la sostenibilidad y nos adaptamos a las demandas del mercado global”. Para lograrlo, se han trazado varias metas específicas:
- Identificar las fuentes de contaminación en cada etapa de la producción de aceite de oliva.
- Desarrollar nuevas metodologías de muestreo y extracción para una detección más precisa de contaminantes.
- Implementar herramientas TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) que permitan el monitoreo en tiempo real de la contaminación durante todo el proceso.
- Crear productos libres de MOSH y MOAH, cumpliendo con los estándares industriales actuales y futuros requisitos legales.
- Difundir y promover buenas prácticas entre los productores, con el fin de minimizar los riesgos de contaminación en todas las fases del proceso.
Por tanto, este ambicioso proyecto no sólo se centra en la calidad del aceite de oliva, sino también en reforzar la competitividad de la olivicultura tradicional ante un mercado global que exige mayores garantías de seguridad alimentaria. Al mejorar los procesos productivos mediante la innovación tecnológica, MOSOLIVE 10×10 contribuirá a mantener la competitividad del sector y a garantizar la sostenibilidad ambiental.
Mariela Valdivia añade: “Es crucial que nuestros productores cuenten con las herramientas necesarias para enfrentar estos retos. Juntos, podemos asegurar un futuro sostenible para esta industria tan importante”. El proyecto se desarrollará en dos fases. La primera será documental y experimental, con la aplicación de innovaciones durante la campaña 2024-2025. Posteriormente, se elaborará un manual de buenas prácticas basado en los resultados obtenidos, que será difundido entre los productores.
Mosolive 10×10 está financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) a través del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2022, y por la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.